La piel de nuestro bebé: cómo cuidarla

La piel de nuestro bebé: cómo cuidarla

 

La piel de nuestro bebé es mucho más sensible que la de un adulto, lo que hace que tengamos que tenerla siempre presente.

Normalmente, la piel de un bebé está más hidratada que la de los adultos, por lo que a priori no sería necesario hidratarla a diario. Cuando el bebé nace, su piel está cubierta por la vérnix caseosa, la cual tiene propiedades que protegen la piel del bebé. Si disfrutamos del contacto con nuestro bebé y él también, podemos aplicar lociones hipoalergénicas para bebés que no le puedan hacer daño. El pediatra nos puede recomendar alguna. Algunas zonas como el empeine, la zona de detrás de las orejas, la barbilla, el cuello o el culito del bebé son las que más presentes debemos tener y vigilar.

Otro de los aspectos importantes cuando hablamos de la piel de nuestro bebé es el de perfumarlo. Todos hemos olido a nuestro bebé y sabemos que tienen un olor característico que embriaga, pero siempre nos gusta que también desprenda olor a colonia, a limpio. Lo ideal es que la colonia se aplique en la ropa, y no sobre el bebé. De esta manera, podrá oler bien sin tener que someter a su piel. Sea como sea, siempre debemos tener alguna colonia para bebés SIN ALCOHOL, muy importante.

Otro punto importante, sobre todo en esta época, es cuidar su piel del sol y de los efectos de la playa. En este artículo os dimos algunos consejos para que la experiencia en la playa con vuestro bebé sea plena y segura. Debemos repasar también algo que no todos tienen en cuenta: la ropa de cama. Nuestro hijo se pasará mucho tiempo (la mayor parte durmiendo) en su cuna, por lo que el contacto es directo entre su piel y las sábanas o mantas. Los tejidos más recomendables son los naturales, como el algodón natural. La lana la debemos evitar, al igual que los tejidos sintéticos, que son más ásperos y pueden producirle al bebé picores. No os olvidéis nunca de cortar las etiquetas, tanto en la ropa de cama como en la que usa a diario.