Tomar la decisión de ser madre soltera es hoy una decisión muchas mujeres toman debido a diferentes motivos de orden personal que van desde haber priorizado su vida profesional y una cierta estabilidad financiera hasta aquellas que no tienen pareja pero desean tener un hijo antes de que su edad biológica les marque un límite.
Así, la inseminación artificial mujeres solteras se ha transformado en una alternativa eficaz para aquellas mujeres que deciden ser madres solteras y recurren a centros o clínicas de fertilidad para lograr una gestación a través del empleo de semen de un donante.
Cabe destacar que la donación de semen es un procedimiento totalmente confidencial y anónimo y que quienes realizan una donación deben cumplir previamente con una serie de requisitos legales que incluyen estudios y exámenes para descartar enfermedades de tipo infecciosas o de transmisión sexual, sumándose a ello la historia clínica personal y familiar para evitar enfermedades hereditarias que puedan transmitirse a la descendencia.
En el caso de mujeres solteras, que por algún tipo de problema físico o por estar atravesando la menopausia, pero desean lograr un embarazo la alternativa es recurrir a la donación de embriones que proceden de parejas que después de un tratamiento de reproducción asistida exitoso ha decidido donar los embriones criopreservados no utilizados.
Centros europeos de reproducción asistida como IVI, con reconocida trayectoria por utilizar las mejores y más innovadoras técnicas de reproducción asistida, han logrado una alta tasa de embarazo, tanto utilizando tratamientos tradicionales como otras técnicas innovadoras, contando hoy con clínicas en las más importantes ciudades de España y Portugal y ofreciendo no solo información sobre el proceso médico sino también en relación a los costes del tratamiento, un detalle no menor ante una decisión tan importante.
A pesar de no existir estadísticas oficiales se ha podido establecer a través de informes realizados por centros de inseminación artificial, que el porcentaje de mujeres que han recurrido a estos métodos aumentó en los últimos seis años, sobre todo porque a pesar de que el precio varía en función de la clínica y también del número de intentos hasta conseguir el embarazo, hoy es mucho más asequible realizar estos tratamientos.