Niños mal alimentados son menos inteligentes

Una vez más se ha realizado un estudio para comprobar que la inteligencia tiene mucho que ver con la alimentación, especialmente en los tres primeros años de vida, ya que en esta etapa es la del desarrollo del cerebro del  bebé, una etapa muy importante y en la que debemos tener muy en cuenta la alimentación de nuestro hijo.

Debemos tener en cuenta que la glucosa es la fuente de alimentación del cerebro y por lo tanto una comida rica en grasas y con un exceso de proteínas, lo que hace es que el cerebro no se pueda desarrollar totalmente y es algo que puede perjudicarle a lo largo de los años, impidiendo que sea un  niño demasiado inteligente.

Bebes

Es por ello que los alimentos saludables como las verduras y una alimentación equilibrada, deben ser los objetivos fundamentales de los padres, teniendo en cuenta que en los tres primeros años de vida, el desarrollo del cerebro es uno de los cambios más importantes que tienen lugar en el bebé, un desarrollo que se puede realizar de mejor forma en caso de que el bebé tenga los nutrientes necesarios.

Una mala alimentación no sólo hace que nuestro hijo pueda tener un desarrollo intelectual menor, sino que puede empezar a tener malos hábitos y el sobrepeso es otro de los problemas añadidos a una mala alimentación desde que los niños son pequeños, un problema que por desgracia se suele dar con mayor frecuencia, debido a que los padres suelen alimentar a su bebés en exceso.