Las horas de sueño de los padres y los bebés
La llegada de un bebé tiene mucha cosas buenas, y es un paso adelante en la vida de cualquier persona, pero también trae consigo algunas desventajas, como la de dormir menos, o directamente no dormir.
Los bebés no suelen tener los mismos horarios que las personas adultas, esto empiezan a hacerlo, normalmente, a partir de los 6 meses y mientras tanto, su sueño se guía más por la necesidad de de ingerir comida que por la de descansar. Los padres pueden llegar a perder entre 400 y 700 horas de sueño durante el primer año de vida de los bebés.
Son excepcionales los casos en los que los bebés duermen toda la noche seguida. Los médicos aconsejan que nos adaptemos los primeros meses y descansemos a la vez que el bebé, sea de noche o de día. En lo que respecta a la lactancia y la relación entre madre y bebé, muchos estudios se han realizado sobre el efecto que tiene el dar el pecho a los bebés, pero la mayoría, debido a las diferentes vías y técnicas de estudio, entran en controversia. El dato general, y según los últimos estudios, es que los bebés que son alimentados mediante la lactancia materna tienen una mejor calidad de sueño y este suele ser más duradero que si se alimenta con leche artificial. En lo que a los despertares se refiere, no se han encontrado diferencias según el tipo de lactancia, lo que significa que es más una cuestión de cada individuo.
También se ha demostrado que la leche materna es más rica en melatonina que las prefabricadas, una hormona que favorece el sueño y que las madres que dan el pecho a sus hijos tienen media hora más de sueño. Esto concluiría que hay una relación directa entre dar el pecho y el bienestar de la madre y el del bebé.