Siempre es un paso muy importante traer un hijo al mundo. Cambia por completo vuestras vidas, y debeis estar preparados e informados al respecto.
Es importante que los padres expongan de antemano sus expectativas, pensamientos, opiniones al respecto, sus deseos más íntimos y sobretodo sus sentimientos. Debe quedar claro desde un principio el papel que cada persona de la pareja va a desarrollar y las responsabilidades que tendrá a cargo.
La confianza es un factor importante a desarrollar ya que siempre se tiene el miedo de no ser capaz de llevar adelante la tarea.
Es normal sentir inseguridad por más de que uno se haya preparado lo suficiente. Muchas veces nos invanden pensamientos o creencias erróneas, de saber popular que escuchamos de conocidos o familiares, pero lo importante es recurrir al sentido común y al instinto natural. Cada niño es diferente y lo que pudo haber funcionado durante la crianza de uno, puede no funcionar para el vuestro. Es muy común que la familia transmita saberes de generaciojn en generación, que a veces pueden ser erróneas y que obedecen mas a la tradición que al sentido común.
Es importante también que en este aprender, la madre no se deje amedrentar por la cantidad de información que estará recibiendo. Lo importante es separar y ordenar todos los datos que creamos convenientes.
El camino será arduo y con dificultades, pero tendrá su recompensa. El primer contacto con el recién nacido suele provocar una reacción afectiva fuerte, pero hay muchas madres que no sienten en ese momento emociones tan positivas. Esto no es porque no se quiera al bebe, sino que es una manifestación de la depresión post-parto.
Traer un hijo al mundo puede ser una experiencia maravillosa y saber aprovecharla al máximo depende de vosotros.